Continentes perdidos: LEMURIA y ATLANTIDA - Futuro en nuestro pasado.
Para los que habéis podido escuchar algunos de mis podcasts veréis
que muchos de ellos comparten una inquietud común que al final se resume en una
pregunta habitual en el ser humano. De dónde venimos? Cuál es nuestra historia
real? Hablamos de ello hoy, en Einigmas.
Hemos hablado de varias opciones, todas ellas fuera del
canon establecido, que hablan de historias, mitos o leyendas mucho más antiguas
que nuestra versión oficial. Hoy os traigo parte de esta historia sumergida, y
nunca mejor dicho. Hoy hablaremos de dos continentes perdidos, uno de ellos
conocido por todos: La Atlántida, y el otro no tan conocido pero no menos
importante: Lemuria.
La verdad es que Lemuria y Atlántida son solo un ejemplo de
mitos sobre continentes o ciudades perdidas bajo los océanos. Todos comparten
lo mismo: no han sido encontrados y su existencia se basa en literatura,
descubrimientos arqueológicos que no han podido ser certificados o en su aparición en mapas antiguos. Sin embargo, el
misterio de su existencia nos ha llegado miles y miles de años después de
manera intacta.
Para empezar a hablar de estos continentes quiero destacar
que la posibilidad de que un día muy lejano estas civilizaciones fueron la cuna
de todas las demás ha sido tratado tanto por gentes de ciencia como por
ocultistas, filósofos, historiadores, y gente de todo tipo rendidos a intereses
distintos. Hay diferentes versiones, como en todo misterio, y aquí intentaré
exponer algunos ejemplos. Pero en lo que la mayoría de ellos concuerdan es que
tanto Lemuria como la Atlántida fueron civilizaciones avanzadas, con alto
conocimiento tecnológico pero también espiritual. Y que ambas desaparecieron en
las aguas de sus respectivos océanos debido a grandes cataclismos. Sin embargo,
que se hundieran bajo el mar no implica que desaparecieran por completo. Los
Atlantes, por ejemplo, fueron grandes colonizadores y tenían colonias en Asia, África
o América. De hecho, su presencia en todos los continentes explicaría quizá la
similitud de diferentes obras arquitectónicas en culturas que aparentemente por
el conocimiento que hoy tenemos nunca tendrían que haber estado en contacto.
Bien, hablemos de Lemúria primero. Quiero empezar por ella
porque según historiadores el continente de Lemúria, también llamado Mu, fue
anterior a la Atlántida. La idea de su existencia se habla de manera exhaustiva
por primera vez en los cinco libros escritos por James Churchward, un coronel
retirado que había estado destinado en la India y donde había recibido
información sobre unas antiguas tablillas de piedra escritas en Nacaal, teóricamente
la lengua oficial de Mu.
Según Churchward y sus tablillas, las cuales nunca se
mostraron, Lemuria se ubicaba en el pacífico y media unos 8.000km de largo por
5.000 de ancho. Su aspecto era como la de un paraíso en la Tierra, y
desapareció después de varios cataclismos, llegándose a hablar incluso de
varias explosiones volcánicas. Su aparición, en cambio se data sobre 22.000
años antes de cristo, rozando casi la edad de Hielo.
Una de las teorías que rondan el mito de Lemuria es que tras
su hundimiento, algunas de sus partes más altas quedaron en la superficie,
siendo lo que hoy son Tahití, Hawaii, Samoa o la propia Isla de Pascua. De
hecho, son muchos los que creen que esto explicaría la existencia de los Moais,
las famosas estatuas de esta isla, que cuesta explicar cómo fueron creadas sin ningún
tipo de tecnología en una isla en medio de la nada. El hecho de que la Isla hubiese formado parte
de un gran continente avanzado podría explicar este tipo de sucesos. Pero no
son más que teorías.
Sin embargo, no todo lo que se habla de Lemuria es teórico.
De hecho, si su leyenda ha llegado tan lejos ha sido más bien por
planteamientos científicos que podrían explicar mejor su verdadera existencia.
Es el caso por ejemplo de lo expuesto por William Thomas Blanford, un geólogo
inglés que descubrió en uno de sus estudios que existían formaciones de piedras
geológicas con exactamente la misma composición en el sur de la India y en el
continente Africano. Eso son concretamente unos 5.000km de distancia,
precisamente la anchura aproximada descrita por Churchward en sus libros. En
concretó el geólogo teorizó la posibilidad de que esa fuera la ubicación
exacta, uniendo los dos continentes.
Más tarde, un biólogo llamado Ernst Haeckel se topó con esta
teoría mientras intentaba averiguar como era posible que hubiera el mismo tipo
de Lemures en las mismas zonas que Blanford había analizado. De hecho, islas
como la de Pascua, Tahití, Samoa o Hawaii, ya nombradas antes, comparten
algunas peculiaridades en fauna y flora que sostienen estas teorías.
Otros científicos de renombre como Huxley o Alfred Russell
Wallace avalaban también la existencia de este enorme continente.
Pero como os he dicho al principio, no solo científicos hablaron
de la Lemuria. Otra persona ya citada en este canal anteriormente, la ocultista
Madame Blavatsky, también habló de este perdido continente, aunque como cabe
esperar lo hizo de una manera más mistérica. En su famoso libro teosófico “ La
Doctrina Secreta”, Blavastky habló de cinco razas raíz de la Humanidad,
diferente al concepto de raza que tenemos habitualmente. La tercera de estas
razas era de la Lemuria, la cuarta los Atlantes y la quinta la sociedad actual.
En su relato, que ella afirmaba que había obtenido de sus trances en la India
guiados por los Mahatma y a través de la lectura del Libro de Dzyan, Blavatsky definía
a los habitantes de Lemuria como gigantes telepáticos que convivían con los
dinosaurios. Esto que suena a chiste ha sido revalorado a lo largo de los años
por descubrimientos arqueológicos de huellas de Saurios cerca de huellas
humanas más grandes de lo habitual.
Como he comentado, Blavatsky creía que los atlantes eran “posteriores”
a Lemuria. De hecho el propio Churchward también lo escribió en sus libros,
siendo la Atlántida una colonia más de Lemuria, y donde, tras su cataclismo y
desaparición, se mudarían los supervivientes de este continente. Otra teoría, ya
más propia de teorías ufólogas, habla de cómo los habitantes de Lemuria eran
llamados los “Seres Serpiente” por su aspecto reptil, pero evidentemente no hay
pruebas que fundamenten esto. Esta teoría también afirma que los reptilianos
que habitaban Lemuria provenían de otros planetas o estrellas como Sirius o
Alfa Centauri entre otros, estableciéndose en Mu para desarrollarse.
Es posible que no tenga sentido simplemente porque no
podemos demostrarlo, pero cierto es que la telepatía como sistema de
comunicación siempre se ha atribuido a seres alienígenas en las teorías de este
ámbito, por lo que sorprende que fuera también la manera en que según personajes
como Blavatsky, afirmaban que se comunicaban los lemurianos. Se creía también
que su grado de espiritualidad era más elevado del que tiene actualmente el ser
humano e incluso se consideraba como un paraíso terrenal. De hecho, el propio
James Churchward estaba convencido de que se trataba de “El Jardín del Edén”.
Incluso se cree que los lemurianos podían alcanzar la quinta dimensión, y sin
prueba alguna de ello, hay quien hoy en día sostiene que allí se les puede
encontrar. En fin, teorías hay las que queráis y más.
Hemos hablado mucho de Lemuria, pero creo que toca hablar
ahora de su sucesora y casi rival. El continente perdido de la Atlántida ha
sido y es uno de los grandes misterios de la historia humana. A diferencia de
Lemúria, de la Atlántida se ha escrito mucha literatura no ficticia
aparentemente. Empezando, por supuesto, por el primer texto donde en principio
se cita su existencia, es decir, en los diálogos entre Timeo y Critias del
filósofo Platón. En estos diálogos, Platón explica con detalle su ubicación, su
historia, su cultura y también su destrucción. La ubica en el Atlántico (o Mediterráneo)
y a unos 10.000 años antes de cristo. Pero aparte de Platón, textos mayas o
aztecas como el Chilane Balam, el Popol Vuh o en el Manuscrito de Troano, por
ejemplo, también se habla de ATLAN y su destrucción, así como de la propia
Lemuria.
Plutarco también habló en sus obras sobre el continente
perdido, entre muchos otros filósofos contemporáneos y posteriores, asi como la
aparición de esta en mapas como el famoso Piri Reis. Son muchos, muchísimos los
que han hecho referencia a este continente a lo largo de la historia. Egipcios,
Griegos, mayas, aztecas, vascos, tribus de Canarias, de las Azores, Holanda, o
tribus Indias, todos han hecho referencia alguna vez a la misteriosa Atlantis
de una u otra manera.
Esto es porque según la leyenda, fueron grandes
colonizadores. De hecho, ejemplos arquitectónicos o escritos sobre tecnología avalan
la teoría de su existencia. Debemos recordar que hablamos de una civilización
que según Platón era mucho más avanzada de lo que somos ahora y por supuesto
eran en época del famoso filósofo. No es de extrañar, entonces, que se les ubiqué en colonias como Egipto, por
ejemplo, por descubrimientos tan increíbles como que la famosa Esfinge, que se
creía erosionada por el viento y con una antigüedad de 4.500 años, había sido
en realidad erosionada por la lluvia y eso la databa en 9.500 años, por lo que
tendría que haber sido creada por alguna civilización anterior muy avanzada en matemáticas,
astronomía y arquitectura. Otro ejemplo de su expansión y reparto de
conocimientos científicos avanzados a otras culturas es la existencia de los
textos indios de Vymanika Shaastra, donde se habla de los famosos Vimana, o
naves descritas como “Barcos Voladores”. En estos textos antiguos se
desarrollan planes de vuelo, maniobras, e incluso se habla de sistemas de
propulsión por mercurio o energía solar. Sistemas completamente modernos
descubiertos por la misma NASA, pero que ya estaban descritos en estos textos
indios y que se atribuyen a la colonización de la zona de RAMA por los
Atlantes.
Incluso se ha llegado a decir que con sus naves, los
Atlantes no solo viajaban por todo el planeta, sino también
interplanetariamente, instalando una base en la propia Luna. De hecho, hay
muchas teorías sobre estructuras en la cara oculta de la Luna, o cosas que
vieron los astronautas de la expedición Apolo cuando la visitaron que quedaron
dentro del marco conspiranoico que siempre ha rodeado nuestro satélite, por si
alguien quiere darle un vistazo.
Está claro pues, que a diferencia de los Lemurianos, los
Atlantes si hacían grandes usos de una tecnología avanzada. Sin embargo, ambos
continentes compartían algunas cosas, como por ejemplo todo lo relacionado con
lo que se conoce como ciencia secreta. Las escuelas mistéricas y sus enseñanzas
en el ámbito ocultista sobre alquimia, sanación, vida eterna…transmitieron sus
conocimientos mediante la iniciación y perduraron gracias a las escuelas y
sociedades secretas establecidas en sus colonias y que han seguido los pasos de
la iniciación durante los años.
Ya para acabar, quería hablar de un famoso ocultista
seguidor de las teorías de Madame Blavatsky apellidado Cayce y que es un
referente en cuanto a la visión más psíquica de la Atlántida y su desaparición.
De hecho, Cayce expuso una serie de cataclismos que acabaron con el continente
y habló del uso de la tecnología de cristales y de rayos súper cósmicos. En su
momento lo que exponía no tenía mucho sentido, pero con el tiempo
descubrimientos como la inversión del campo magnético de los Polos han acabado
por darle la razón en algunas de sus teorías, sobretodo porque cuadran en
temporalidad tal y como él las había expuesto.
En definitiva, podemos decir que la existencia de estos
continentes es una especie de secreto a voces. Podemos entrar en mucho detalle e
intentar averiguar exactamente quien instauró estas civilizaciones en la
Tierra. Venían de fuera? Sea como sea, si existen no están desaparecidas. Están
bajo nuestros pies, y su legado en cierta manera nos llegó a través de culturas
más documentadas posteriores que teóricamente obtuvieron su conocimiento de
ellos miles de años atrás. Porque descartar su existencia? Una vez más os
invito a pensar a quien le interesa que la historia no se reescriba, aunque
esta sea más real.
Gracias y hasta la próxima!
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